Es la facultad que nos permite responder a las exigencias de nuestro contexto a nivel emocional de una forma que sea socialmente aceptada. También tiene que ser flexible para poder adaptarnos a cada situación concreta, para experimentar reacciones espontáneas y para demorar estas reacciones cuando también se necesite.
Es un proceso encargado de evaluar, observar, transformar y modificar emocionesy sentimientos tanto propios como ajenos, conformando así una función muy importante e indispensable para las personas.
Esta capacidad que poseemos nos permite adaptarnos a las exigencias del entorno y adecuarnos a unas demandas específicas, modificando nuestra conducta cuando sea necesario.
Muchos estudios se han centrado en la investigación de esta autorregulación por su intervención en el funcionamiento social.
Características de la autorregulación emocional
La regulación emocional hace referencia a la habilidad que traemos prácticamente de serie, para modificar nuestras emociones según los sucesos que se vayan desenvolviendo a nuestro alrededor, tanto positivos como negativos.
Es una forma de control, de manejo de las emociones que nos permite adaptarnos a nuestro entorno. Activando estrategias de regulación conseguimos modificar emociones producidas por motivos externos que alteran nuestro estado de ánimohabitual.
Esta regulación es necesaria tanto ante emociones negativas como positivasproporcionándonos la capacidad de adaptación dependiendo de la situación que se dé.
Para entender qué es, Gross y Thompson (2007) plantearon un modelo para explicarla basada en un proceso compuesto por cuatro factores.
El primero sería la situación relevante que da lugar a la emoción, que puede ser externa debido a sucesos que ocurren en nuestro entorno, o internas debido a representaciones mentales que realizamos. El segundo sería la atención e importancia que damos a los aspectos más relevantes del evento. El tercer factor sería la evaluación que se realiza ante cada situación, y el cuarto sería la respuesta emocional que surge debido a la situación o evento que ocurre en nuestro ambiente.
Además, para algunos la autorregulación es un ejercicio cognitivo de control al que se puede llegar a través de dos mecanismos asociados a aspectos diferentes de la experiencia emocional.
Por un lado, nos encontraríamos con el mecanismo de reevaluación o modificación cognitiva, el cual se encarga de modificar una experiencia emocional negativa convirtiéndola en beneficiosa para el individuo.
Por otro parte, nos encontramos con el segundo mecanismo denominado supresión, que es un mecanismo o estrategia de control que se encarga de inhibir la respuesta emocional.
Gross y Thompson explican que la autorregulación puede llevarse a cabo en varios niveles. Es decir, esas emociones pueden regularse modificando las situaciones que las desencadenan, transformándolas o evitándolas.
También se regulan modificando la atención y desplazando el foco a otra acción, o realizando conductas para distraerse, mediante la reevaluación de la situación que desencadena un tipo de reacciones emocionales específicas o a través de la supresión de la respuesta que aparece antes esas situaciones.
Definen la autorregulación como un proceso que puede ser tanto externo como interno y que nos permite evaluar y modificar nuestras conductas, ejerciendo una influencia sobre las emociones, sobre cómo y cuándo las experimentamos.
Además, la autorregulación constituiría un elemento que influye claramente en el desempeño de elementos necesarios para el aprendizaje, así como en la atención, la memoria, la planificación y resolución de problemas.
Para su evaluación y medición se han utilizado diversos parámetros, como reportes autoaplicados, medidas fisiológicas o índices conductuales, focalizando el interés en el momento de ocurrencia de la regulación a lo largo del proceso emocional.
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